Una de las cosas a las que más tememos es a la grasa corporal. No obstante, nos olvidamos de que existen muchos tipos de grasa y, mientras algunas son perjudiciales, otras nos dan la energía y la protección que nuestro organismo necesita. Veamos cuántos tipos de grasa hay y cuáles son sus características principales.
Tipos de grasa corporal
Existen hasta cuatro tipos de grasa, pero no todas cumplen la misma función ni son tan negativas para nuestro cuerpo.
Grasa parda o marrón: ¡La termoreguladora!
Lo más importante de nuestro organismo, por detrás de la obtención de oxígeno, es el mantenimiento de una temperatura corporal de entre 35º y 37º. Así, este encuentra diversos mecanismos para mantenerla en sus niveles óptimos. Y adivina: la grasa parda tiene como misión principal la producción de calor para protegernos del frío. ¡Por eso es tan común en los recién nacidos!
Este tipo de grasa, que suele encontrarse en el cuello, pecho o espalda alta (sobre todo en las mujeres) se puede activar y quemar con la exposición al frío: haciendo cardio con ropa ligera, duchándote con agua fría, etc.
Grasa intramuscular: ¡Fuente de energía!
La grasa intramuscular es aquella que se encuentra en la parte interna del músculo y tiene por función dar energía a las células musculares. Esta grasa suele incrementar con la edad y resulta de fácil desaparición con ejercicio.
Grasa visceral o grasa dura: ¡Una de cal y una de arena!
A la grasa visceral se le considera la grasa más peligrosa, ya que se acumula alrededor de los órganos y perjudica su correcto funcionamiento (sobre todo en los hombres). Pero, ¡ojo! también cumple una función protectora y amortiguadora de los mismos.
El problema surge cuando su acumulación resulta excesiva, ya que aumentará el riesgo cardiovascular o la diabetes tipo II. No obstante, también es la más sencilla de reducir en nuestro organismo. Una de cal y una de arena en toda regla.
Grasa subcutánea o grasa blanda: ¡La popularmente conocida!
Esa grasa en la cadera, en los glúteos, en los muslos… Esa grasa que tendemos a querer eliminar se le denomina técnicamente como grasa subcutánea o grasa blanda. No obstante, cuando se acumula de forma superior a los niveles óptimos resulta menos peligrosa que la grasa dura al encontrarse lejos de los órganos vitales.
Ahora ya puedes discernir entre tipos de grasas corporales. Próximamente hablaremos de cómo reducir la grasa peligrosa de nuestro organismo. ¡Atento/a a los siguientes post! 😉